lunes, 29 de abril de 2013

Contar

Me indigna lo poco que tolero las cuestiones que involucran mi familia. Siempre me suena esa musiquita en la cabeza de la gente que me dice muy seguido "tenés que contar hasta 10 e ignorar todo lo que te haga mal" pero hay veces (como hoy) en que me dejo llevar por el enojo y termino explotando y mandando a la mierda al que me está molestando, lo que después deriva en caras de culo al por mayor y días de sentir en la nuca ese rayo de mierda que te están enviando cuando te tienen mucha bronca.

En un mundo bonito e imposible yo tendría una familia que me cayera un poco mejor, por lo menos. Pero no tuve nada de esas cosas de nene normal que hubieran ayudado mucho: los campamentos en familia o cualquier tipo de viaje todos juntos, fiestas o fechas especiales con mucha gente, una abuela que me horneara galletitas cuando yo fuera a jugar a su casa, un hermano con quien compartir todo, apoyo, conversaciones, juegos; en fin, todas esas cosas que para mi punto de vista son salidas de una película yanqui, no existieron.

A mis casi 30 años podría de una vez dejarme de joder con pensar en esas cosas y tratar de ver el vaso medio lleno por otro lado: mi novio es un compañero increíble y tengo algunas amistades que valen tanto que sólo pensar en ellas ya me hace olvidar la mala onda. Son realmente mi verdadera familia, aunque no haya crecido con ninguna de ellas. Pero estas cosas me siguen rompiendo las pelotas y me hacen pensar que yo estorbo en esa familia, que estoy de más. Y si hay una sensación muy fea es la de sentir que uno sobra entre sus familiares.

Otro condimento para agregar a la lista de motivos por los cuales no quiero tener hijos: la familia en forma de mochila llena de piedras que le pondría en la espalda nomás nacer. Ni en pedo haría pasar a otro por esto. Sería una crueldad.

Hay gente que tiene muchas ganas de romperle las pelotas a uno.


jueves, 25 de abril de 2013

Literario

Me encantan las sagas de dos o más libros, mientras mantengan la esencia de la historia y no se terminen tornando medio aburridos (me ha pasado varias veces).

En este caso, hace un año nos encontramos con "Incarceron", de Catherine Fisher, y nos gustó la descripción de la novela y, lo admito, la tapa del libro. Al tiempo salió el segundo tomo y final de esta historia, llamado "Sáfico", que es el que acabo de terminar de leer.

En la novela anterior Catherine nos sitúa en un mundo futurista, donde por un lado está Incarceron, una cárcel horrible y extraña,  creada inicialmente para ser un lugar ideal donde los presos mejoraran su calidad de vida, y por otro el "mundo real", el exterior, donde se vive como si fuera en otra Era siguiendo un protocolo puntual que dictamina las reglas para vivir, donde se vive bajo una monarquía.

Por una parte tenemos a Finn, un preso que es atacado a veces por visiones (que no se sabe si son sólo eso o si son recuerdos, o qué), y en el exterior a Claudia, la hija del guardián de la cárcel quien sufre por un matrimonio arreglado y una vida que no disfruta. En algún punto las vidas de estos dos personajes se van a cruzar y se irán desentrañando misterios tanto de los personajes como de la cárcel, del mundo real y de Sáfico, el único preso que logró escapar de Incarceron, considerado un héroe por muchos.

En la segunda parte de la historia, reveladas también ya ciertas cuestiones acerca de Finn, llega el momento de luchar por lograr la libertad de sus amigos y de todas esas personas que están viviendo en la realidad de Incarceron, además de querer terminar con el protocolo y con el poder de la reina. Acá, en Sáfico, vamos a encontrarnos con una verdadera guerra de poderes y políticas, donde se seguirán entendiendo más cosas de la historia, se abre más el panorama acerca de Sáfico y del alma de la cárcel, y tantas cosas que no quiero quemar porque realmente es una novela para tener en cuenta. Las dos, bah. Una historia muy rica, original, llena de momentos cargados de intriga, de esas que agarrás y no querés dejar de leer porque tenés miedo de que esté por pasar algo y no te enteres a tiempo, con personajes muy buenos y que te deja una sensación genial cuando la terminás.

Especial para los amantes de la fantasía, a quienes les va a resultar una historia muy entretenida, aunque creo que puede ser disfrutable por todos. Muy, pero muy recomendable.

Uno de los fragmentos que más me gustó:

"Algunas veces, a lo largo de esas últimas semanas, cuando habían salido a cazar, o a montar a caballo por el bosque, Claudia había tenido la impresión de que él estaba a punto de huir, de azuzar al caballo para adentrarse galopando por los bosques del Reino, lejos de la Corte y de la carga de ser el príncipe que había regresado de los muertos. Sus deseos de Escapar habían sido tan fuertes, sus ansias por encontrar las estrellas tan intensas... Y lo único que había conseguido había sido cambiar de cárcel"

lunes, 22 de abril de 2013

Costumbres escritas

En la ciudad donde me toca vivir, entre todas las malas costumbres que tiene la gente, creo que una de las más "rompe bolas" es la adicción por llenar de graffitis todo sin respeto alguno por la propiedad ajena.

Si bien hay lugares que tienen unos murales ya aptos para que ciertos artistas dejen plasmada su genialidad con enormes e increíbles dibujos, lo cierto es que la mayor parte de las paredes que vemos a diario escritas son con mensajes pelotudos que cualquiera puede hacer. Van desde declaraciones de amor a pedidos desesperados de que los perdonen, nombres de bandas de dudosa procedencia y nombres propios hasta los que más abundan: los mensajes pro/contra determinado equipo de fútbol.


No se salvan ni las puertas de los medidores de gas. Aunque debo decir que prefiero ver eso que las paredes hechas pelota.


Una pobre casa que tiene totalmente escrachado el muro de su esquina.


Uno se rompe el lomo, gastando dinero y tiempo para hacer una hermosa fachada de ladrillos a la vista, para que venga un retardado fanático del fútbol que la verdad debería pintarse "Vélez" en el escroto, si tanto le gusta.

La mayoría de las fotos que saqué tiene escritos de este equipo determinado ya que vivo a unas 20 cuadras de la cancha de Vélez, pero no creo que uno safe de ser escrachado sólo por no vivir cerca de ningún estadio: es lo mismo. Puede ser que la cercanía agrande un poco más el problema, pero esto se ve en cualquier lado.


Las persianas de los negocios están casi todas arruinadas. Sin exagerar. Si me encuentro con alguna que no está escrita tengo sospechas de que esa persona realiza macumbas diarias para evitar que le pinten todo.



Mensajes encriptados que sólo los seres que los han escrito pueden entenderlos.


Sí, paaaaabre. Seguí participando, si esperas que con ese mensajito lograrás algo.


Los bordecitos tampoco se salvan.


Ah, ¿querías cerámica en la fachadita? Tomá para vos.


¿Qué necesidad...?


Un poquito más sofisticado, pero no deja de ser un arruinaje.


En fin...



A este encima le pegan cartelitos en la pared, se ve ahí que está bien hecho pelota.


Yo no sé bien si es que la gente tiene tanta necesidad de expresarse que no puede hacerlo en lugares que no jodan a nadie, o si realmente les importa tan poco el otro que no les calienta ir por la vida arruinando lo que a muchos les cuesta meses de laburo y esfuerzo. ¿Tendrán idea de lo que cuesta un tacho de pintura hoy en día? ¿O lo que le costó a esa persona comprarse una casa, tener un espacio propio y decorarlo para que venga un tarado y se lo escrache todo? ¿O simplemente no les importa nada?

Cabe aclarar que estas fotos las hice en un radio de 15 cuadras del departamento donde vivo. No tuve que caminar mucho, ni tuve que buscar: todo está escrito. No hay parte de la ciudad donde uno mire y no encuentre alguna cosa de estas.

lunes, 15 de abril de 2013

Literario

Uno de mis regalos navideños por parte de novio fue este libro, al que tardé un poco en empezar pero sí quería terminarlo antes de que saliera la película, cuyo trailer me parece interesante (aunque no le encuentro parecido al libro, ahora que lo leí. Veremos).

Creo que es una de las primeras veces que me pasa que leo un libro que ya de antemano sé que se trata de ciencia ficción, de algo que no existe ni existió, y sin embargo sentir que todo lo que se relata en el mismo podría haber sido real. Guerra mundial Z está escrito en forma de recopilación de historias de personas alrededor de todo el mundo que cuentan su experiencia con una plaga zombie, ya superada, pero está tan bien contado y es tan rico en información que es como si uno leyera un libro con anécdotas de la segunda guerra mundial, por ejemplo.

El personaje principal de la historia es un periodista quien se encargó de juntar información e historias de distintos países, y las recopila en este libro, que saca a relucir el lado más "humano" de la guerra, sin caer en ser descriptivo solamente sobre los hechos ocurridos. Está dividido en distintos capítulos que marcan momentos clave de la plaga, como ser "Alarmas", donde hay relatos de los primeros encuentros con los muertos vivientes antes de que se supiera de qué se trataban (primero se creía que era algún tipo de enfermedad). En cada historia vamos a encontrar distintas opiniones y posiciones, y algunas historias que están muy interesantes (a mi particularmente me gustaron varias de las que se situaban en Japón, entre otras), y otras que se tornan un poquito aburridas, pero no porque el libro sea el que es aburrido, sino porque tal vez algunas de las cosas que se cuentan están demasiado buenas y de pronto sigue una anécdota que es más densa. Lo que tiene de bueno es que la mayoría de las historias son cortas, no estamos mucho tiempo leyendo acerca de lo mismo, lo que lo hace bastante dinámico.

Un libro muy interesante, nunca leí algo como esto, que creo que fue lo que más me gustó porque del mundo "Zombie" hemos visto y leído bastante. Todavía sigo pensando que leí algo verídico, esa es la mejor sensación que me dejó: que me contó una historia de algo que realmente ha sucedido.

Muy recomendable, sobre todo para fans del mundo zombie, que lo van a encontrar más que interesante. ¡Siempre es bueno leer algo distinto acerca de algo que nos gusta!

miércoles, 10 de abril de 2013

La vida de un freelance

No es fácil ser trabajador autónomo, mejor conocido como freelance.

Según wikipedia, la palabra deriva de un término medieval inglés usado para un mercenario (free-independiente / lance - lanza), es decir, un caballero que no servía a ningún señor en concreto y cuyos servicios podían ser alquilados por cualquiera.

Hoy en día, si bien al menos no es mi caso de ir por ahí matando a nadie a cambio de dinero (creo que si fuera ese el caso jamás me quejaría), sí es cierto que presto mis servicios de gestora de habilitaciones de locales comerciales y de dibujo de planos de autocad, entre otras cosas, a aquel que así lo requiera. No respondo a un horario de oficina normal, ni a un jefe en particular.

El tema de que no sea fácil lo digo por dos cosas:

Por un lado, generalmente no hay siempre un sueldo fijo. Hay meses en que uno trabaja más y meses en que se trabaja menos, y el cobro de fin de mes viene de la mano con eso. Para mi por ejemplo los feriados son un incordio, porque la municipalidad y todas sus dependencias se toman todos los feriados habidos y por haber y muchas de las cosas que hago dependen de ellos. Ni hablar los servidores, si se caen durante un fin de semana largo, me tengo que olvidar de trabajar hasta el siguiente día hábil. Sumando a todo esto lo complicado de mantener clientes fijos, cuando hay tanto ratón dando vueltas, se puede decir que tampoco es cuestión de soplar y hacer botellas.

Y por otro lado, otra cosa que hace molesta la vida del freelance es la gente.

¿Qué tiene que ver la gente? Muchas personas creen que por tomarse el colectivo, fumarse la hora pico y llegar a una oficina lejos de su casa ya han madurado y se las saben todas acerca de lo que es un trabajo. Esa gente puede o no llegar a una oficina donde no tiene un pedo que hacer más que jugar al farmville en el facebook o leer boludeces en internet, y así y todo cobra el mismo sueldo todos los meses. Pero de todas formas se creen en posición de rebajar el trabajo del que no cumple horarios. Ya fueron varios los que me tildaron de "no trabajadora" sólo porque no me levanto a las seis de la mañana, no tengo que ir a cumplir un horario fijo a ningún lado y puedo trabajar (el 70% del total de lo que hago, porque también hay que visitar a los clientes) en cualquier lado mientras tenga una computadora con conexión a internet e impresora.

Me resulta cansador tener que explicar lo que hago y escuchar una respuesta absurda como si me rascara la pepa las 24 horas y me cayera dinero del cielo. A ver, si no trabajo, no cobro. Es simple. Y no, no quiero NO tener dinero. A veces me hacen sentir un poco idiota porque termino pensando si en el fondo será realmente considerado un trabajo "normal" lo que hago, pero la realidad es que es lo que me tocó, lo que elegí, y lo que me paga todo lo que quiero y necesito hacer. Y muchos de esos que bardean, a las 5 de la tarde ya se están volviendo a sus casas, y para mi cortar a esa hora no existe. Hay días maratónicos en que me toca seguir trabajando hasta las 2, 3 de la mañana incluso, y no me quejo.

Así que a ustedes, envidiosos, que están enojados con la vida porque se tienen que levantar de sus camas calentitas a una hora inhumana para ir a una oficina en la loma del quinoto, a hacer algo que no les gusta (o a perder el tiempo al pedo), y se ofenden porque hay otros que tenemos otras chances, bueno, con mi mejor francés les pido encarecidamente que se vayan a cagar. Cada uno tiene lo que le tocó, y si no están conformes, hay formas y formas de cambiar su presente, siempre estarán a tiempo. Pero metiéndole el dedo en el orto ojo a otro sólo porque hace algo diferente que, en el fondo, ustedes querrían tener, no los va a hacer llegar a ningún lado. Es de forro de mierda maldito y rompe pelotas. He dicho.

martes, 9 de abril de 2013

Afiches

En una plaza de la ciudad...


Es una buena cantidad, sí.

domingo, 7 de abril de 2013

Tramposa

A mi perra se le quebró una de esas uñas que tienen "al pedo" los perros de costado, y por lamerse y demás se le hizo una pequeña infección, por lo que tiene que andar vendada.

Si bien no es una perra de las que necesitan collar isabelino (la "lámpara") cuando tiene un vendaje, noto que a veces se hace la boluda y cuando uno se distrae aprovecha para mandarse diente en la pata, o en medio de otras situaciones, por ejemplo jugando o saltando. Cualquier momento de distracción de uno es bueno para verla a ella tratando de safarse de las ataduras que la sociedad le impone, a modo curativo, en su patita.


Sí, muy graciosa y divertida, pero ya es un presupuesto en cinta.

martes, 2 de abril de 2013

Gaming

Hace poco tiempo compramos con mi novio la God of War saga que trae todos los juegos que había hasta el nuevo (el 4, que no está incluido) para la playstation 3. GOW 1 y 2, que eran de playstation 2, y el GOW 3 que ya era de la play 3 pero sin embargo yo no había jugado todavía a ninguno de ellos (además de los dos que salieron para PSP). En mi casa no éramos "consoleros", más bien de jugar con la computadora, así que se podría decir que mi noviazgo actual me está entrenando en el maravilloso mundo de las consolas.

Enseguida empecé a padecer una fiebre Kratoniana. Kratos es el personaje principal de esta saga, y los tres juegos que yo jugué son sobre su búsqueda para saciar su sed de venganza contra varios dioses, principalmente Zeus, quien lo traicionara y le arrebatara todo. Un guacho podrido, digamos.

En la primer entrega de la saga, vamos a encontrar a un Kratos bastante enojado y todavía no sabemos bien por qué. Sí sabemos, porque él amablemente nos lo hace notar, que es un guerrero de la ostia, que la tiene re clara matando, que tiene dos espadotas con cadenas que rompen todo ("Blades of Chaos"), y que se quiere vengar del dios de la guerra Ares. ¿Por qué quiere matar a Ares? Ah no, mis pequeños, se tienen que enterar en el juego. Sólo les puedo adelantar que Ares, al final, es un negro garca. A medida que va corriendo el juego uno va entendiendo unas cuantas cosas, el por qué del color de piel de Kratos, por qué está tan caliente con Ares y qué fue de su vida antes de ser el guerrero espartano rompe todo que vemos y disfrutamos ampliamente en el juego.

Resulta que pobre Kratos no puede vivir tranquilo porque está rodeado de garcas traidores. Estos dioses del Olimpo...la verdad que es para cagarlos bien a trompadas. Y, ¡ah! Eso es, casualmente, lo que se dedica a hacer nuestro héroe grisáceo. Patearles bien el trasero dorado. Agarrate bien la bombacha cuando te llegue Ares porque está TE-RRIBLE.

En la segunda entrega, más enojado que antes, aunque pudo sacarse de encima al hincha pelotas de Ares, Kratos ahora está bastante enojado con el señor Zeus, de quien se entera que en realidad no es quien aparenta ser y lo quiere cagar como de arriba de un puente. Bien al principio del juego es traicionado y busca vengarse del Olimpo en general. Al final, pobre flaco, no pega una. Primero Ares y ahora el barba. En este va a buscar de aliarse con los titanes, entre ellos la maravillosa Gaia, quienes le darán una manito ya que ellos también quieren sacarse de encima la tiranía del dios supremo.

Quiero que sepan que de los tres, el segundo el que más me gustó. A pesar de que el 3 tiene muchísima más calidad en cuanto a gráficos y tiene unas cuantas peleas copadas, el 2 tiene unas batallas realmente épicas y difíciles, como la parte de las sisters of fate. TRE-MENDO. ¡Y al tipo no le importa nada eh! Si le pasa un ciudadano por al lado, lo caga bien a trompadas, ¡y encima gana experiencia! UN DANDI.

Ah, y llega el tercero. Que maravilla, que cambio de gráficos, que inicio. QUE TODO. Ya de una empiezan a caer los enemigos, uno, y otro, y otro sin parar. No sabés qué hacer: si mirar el paisaje, admirar las texturas, escuchar la música o pegarle al salame que te está cagando a palos. Me pasó que nomás empezarlo me colgaba mirando todo, boquiabierta, y me olvidaba de que tenía que matar a los loquitos que se me tiraban encima. Además como que hay cambios de perspectiva y cosas así que te obligan a concentrarte un poco más. Lo que más me gustó de este es que cuando te señala el botón que tenés que apretar (triángulo, cruz, cuadrado o círculo) te lo coloca en la pantalla estratégicamente igual que como están ubicados en el joystick; el triángulo arriba, la cruz abajo y así: ideal para bobos como yo que no sólo no se terminan de aprender la ubicación de cuadrado/círculo (hey, juego a la play hace poco), sino que encima cuando estoy cebada jugando ni me detengo a pensar qué botón tengo que tocar. Me convierto en un neanderthal cualquiera.

En esta oportunidad POR FIN llega la tan esperada venganza, Kratos se saca toda la bronca acumulada y logra esclarecer un poco algunas cuestiones de su pasado que le pesaban en la espalda como una mochila de ladrillos (de hormigón, eh). Realmente el final es una maravilla, la pelea es apasionante y logró dejarme mirando embobada los créditos tratando de digerir lo que acababa de presenciar.

Una de las cosas que más me gusta de Kratos es ese vozarrón que le pusieron, y como grita los nombres de los dioses cuando está enojado. Es decir, todo el tiempo. Vive enojado. Siempre. Punto. GENIO MÁXIMO.



Me lo imagino en distintas situaciones de la vida diaria gritándole a los dioses de la misma manera.


¡Paaaaaaaabre!


Si me habrá pasado ¬_¬. Ehhh no, digo, yo nunca miro películas piratas. Jamás.


Creo que si me pongo a pensar el pobre pibe se la pasaría puteando, si viviera en nuestro mundo actual. Meado por la modernidad (frase by Jun).

La verdad, de los mejores juegos que jugué en mi vida. Y ahora a esperar que me llegue el nuevo, que encima viene con yapa: una estatua de Kratos para decorar mi escritorio. OH SÍ.

PD: Creo que sale sección personal de Kratos en el blog, se lo merece.