domingo, 27 de octubre de 2013

Literario

Hace muchos años vi esta película, justo en una época en que salió otra cuya premisa era bastaaaante parecida ("Cuentos que no son cuento" y "Corazón de tinta"). De las dos, la que más me había gustado fue "Corazón de tinta", protagonizada por Brendan Fraser. Sabía que estaba basada en un libro, y de hecho la historia de Mundo de Tinta está formada por tres novelas. Tras un tiempo, me decidí a leer la primera, que llegó a mi biblioteca este año.

Esta novela fantástica cuenta la historia de una familia compuesta por Meggie y su padre llamado Mortimer (mejor conocido como Mo, por su hija), quien se dedica a encuadernar libros. Pero lo sobrenatural de todo es que Mo tiene un extraño poder que, al leer en voz alta cualquier historia, es capaz de traer desde las hojas de los libros a esos personajes ficticios hasta nuestro mundo (y viceversa).
La historia es muy interesante, y Cornelia Funke tiene un don para escribir de tal manera que te atrapa con el correr de las páginas. Está muy bien desarrollada, los personajes son varios y todos muy buenos, y ahora que leí la novela debo decir que -como me suele pasar- supera ampliamente a la película. De hecho, mucha gente a veces me dice que lo que menos les gusta de ver una película antes de leer el libro en el que fue basada, es que después cuando empieza a leer sobre los personajes se les hace inevitable imaginarse a los actores. Bueno, debo decir que en este caso jamás me apareció en la cabeza Brendan Fraser cuando leía sobre Mortimer. Me parece que no fue la elección más acertada, qué les puedo decir.
La verdad que el libro está muy bueno, habrá que ver como serán las novelas que siguen, algo que mucho no puedo imaginarme porque está escrito de tal forma que tranquilamente podría haber sido un libro sólo. Pero como algunos personajes quedaron por ahí, seguro que de alguna forma se seguirá explorando la historia. Pero en fin, una buena recomendación para aquellos que gustan de este tipo de literatura, muy entretenido y llevadero.
¡Pa tener en cuenta!

miércoles, 16 de octubre de 2013

Mudanza II

Las mudanzas no son sencillas, aunque de mi parte es mucho decir ya que esta es la segunda vez que me mudo. Pero la primera, cuando me fui de lo de mi vieja, fue relativamente sencilla: no teníamos absolutamente nada. De alguna manera me las arreglé para que ese mismo fin de semana que estrenábamos nuestra independencia nos llegara todo lo que compramos y habíamos encargado: lavarropas, heladera, sillón, mesa para la tele... En fin, ¡de todo!

Esta vuelta la cosa cambiaba. TODO eso que compramos de a poco lo teníamos que mover, así que para mí fue como mudarme por primera vez. Hasta tuvimos que bajar el aire acondicionado porque la dueña del departamento anterior no se lo quiso quedar.

El lugar nuevo es más espacioso, y si bien necesita algún que otro arreglito -como la cocina, que está medio podrida y tengo miedo de prender el horno- es mucho más lindo, y tiene un patio precioso. Está bien ubicado, es mucho más barato, en fin: estamos contentos.

Lamentablemente aún no podemos disfrutar al 100% la felicidad porque la dueña del departamento anterior sigue sin querer rescindirnos el contrato, algo que debería haber sucedido hace casi 10 días. A base de mentiras y diciendo que le rompimos todo (está loca) terminamos llevando un plomero para arreglar las tres boludeces que nunca anduvieron, y que yo notifiqué a la inmobiliaria, claramente algo que nunca le avisaron a la señora esta.

Así que ahí andamos, tratando de disfrutar nuestra casa nueva, y haciendo todo lo posible por pedirle a esta señora que nos rescinda, para dejar de ser inquilinos de dos lugares diferentes. Eso sí, en cuanto me firme los papeles, UNA puteada se come, mínimo.

martes, 1 de octubre de 2013

Mudanza

Al final, no supimos llevarnos bien con el aumento de alquiler y expensas del departamento donde vivimos oficialmente hasta el próximo sábado. ¿Qué es lo que pasa por la mente de un administrador de consorcio para salir con esos números altísimos sin motivo? Nunca lo voy a entender. Y ahora menos, porque el departamento donde nos mudamos el fin de semana que viene no tiene expensas.

Así que también en parte por este motivo es el silencio que estoy teniendo por acá. Embalando cajas, guardando ropa, preparando el yeso para tapar agujeros, tratando de hablar con la dueña del departamento del que aun no me voy para que no me quiera cobrar por avisarle tarde que me voy (jamás hagan como yo y lean bien un contrato de alquiler, por favor), y organizando la ida del flete y demás.

¡Y vamos a poder vivir con nuestra perra! La mejor noticia de todas.

La semana que viene, fotos de la cucha nueva.

¡Salud!