jueves, 4 de febrero de 2016

The Fox and the Star

No me crié en una familia donde fuera una costumbre leer cuentos a los hijos o contar historias antes de dormir. Siempre fui una lectora solitaria, de chica le tomé cariño a los libros y ya de grande se convirtió en mi pasatiempo favorito. Algunos miran tele, otros salen mucho, otros juegan a algo... yo leo. Y leo mucho. Siempre fue así.
Pero no sé por qué. Son esas cosas que de pronto se convierten en parte de uno. Y tampoco sabía que era tan lindo que alguien te leyera. Lo empecé a ver en las películas. Uno no entiende que algo le falta o que algo está mal cuando está acostumbrado a vivir de cierta manera. Casualmente leyendo ahora un libro de Stephen King (IT), en una parte que hablan de un personaje que siempre anda solo, dicen que él no sabe que está solo porque no sabe qué es la soledad. Simplemente es algo a lo que siempre estuvo acostumbrado, algo que para él es "normal". Para mí fue normal que no compartieran esas pequeñas cosas conmigo. Hasta hace poco, que una amiga me dijo que el padre siempre le leía, o que mi marido me dijo que su padre le cantaba canciones (mi suegro toca la guitarra, es músico) nunca me detuve a pensar en que eso a mí me había faltado. ¡Y la cantidad de cosas que me habré perdido!

Cuestión que yo nunca tuve lecturas de cuentos de niños. Me han regalado libros para chicos, pero los leía sola. Muy pocos. Pero jamás esa cosa de leer una historia mágica para soñar como es debido, cuando uno es chico y tiene la imaginación a flor de piel.

Recorriendo una librería, mi marido se topó con un libro y decidió que yo tenía que leerlo:


Este hermoso libro, de tapa dura, llamado El zorro y la estrella. El libro más vendido de Waterstones (una cadena de librerías en el Reino Unido) el año pasado. Ya de por sí, para el que no sabe, amo los zorros. Me parecen de las criaturas más maravillosas del universo, más hermosas. De hecho, uno de mis tatuajes favoritos lo representa. Creo que ese detalle, sumado al hecho de que algo lo hizo a él sentir que ese libro era para mí, me llevaron a comprarlo.


Mi zorrito :)

De por sí, la edición es una preciosura. El olor que tiene, la textura de sus hojas, los dibujos que hay adentro. Todo acompañan a la historia creando magia. El zorrito que es amigo de una estrella. El zorrito tímido, que tiene miedo a todo, tiene una sola amiga que lo acompaña todas las noches. Un buen día la estrella desaparece, y este pequeño saldrá a buscarla.


Este libro es absolutamente maravilloso. Me hizo sentir tristeza y alegría en pocas páginas, me hizo soñar, lo amé. Siento que si alguien tiene un hijo o alguien especial chiquito a quien leerle, debería leerle este libro. Si yo hubiera tenido a alguien que me lo leyera cuando era chica, estoy segura que habría sido muy feliz. Aun así, con 31 años, lo disfruté como si hubiera sido una nena. Y después de leerlo, mi marido se acostó en la cama a mi lado y yo se lo fui contando, mientras le mostraba los dibujos de cada página. Yo tuve la oportunidad de compartir ese momento, de leer este libro a alguien que amo. No puedo explicarles con palabras la magia que estas pocas paginitas me generaron.

Si tienen hijos, si tienen sobrinos, primitos que les gusta leer o que les lean... esta sería mi primer recomendación. Es realmente hermoso.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Se lo leería a mi sobrinita pero le gusta ver vídeos de como abren huevos kinder en youtube así que no creo que le agrade mucho, esta juventud moderna no deja nada bueno, ya no disfrutan de cosas buenas.

Esperaría a tener hijos pero no quiero tener hijos, ya se... se lo voy a leer a la coneja, a veces me pone atención cuando le hablo así que pude funcionar.


Saludos!


Ah si, soy Nefertiti es que me dio flojera abrir la cuenta jejeje