martes, 17 de marzo de 2015

No me lo dijo un vecino

Noticias complicadas en la ciudad de Buenos Aires, aunque se vuelven una suerte de "música repetida". Una chica, joven, sale de su casa y no vuelve. A los pocos días comienzan a moverse por redes sociales y por los noticieros sus fotos, la búsqueda desesperada... y, lamentablemente, como le pasó a esta chiquita de 19 años ahora, la encuentran sin vida en algún lugar.

Lo malo que acompaña a estas desgracias que ya de por sí son terribles, son las cosas que opina la gente. Y no digo sólo personas de otra generación, como el cavernícola de mi papá que tiene 82 años y es un machista empedernido en todo sentido; sino incluso gente joven, gente como ustedes, como yo. Comentarios como "si se viste así se lo busca", "cómo va a ir a una entrevista de trabajo con ese shortcito", "andaba con un tipo grande, era una putita", "si yo la veía así por la calle también hacía lo mismo" (juro que este es real, lo leí en internet en algún momento del día), y así un montón.

El machismo de esta sociedad, la argentina en particular (que es la que conozco y por la cual puedo opinar), es tremendo. Las mujeres son una cosa. Si son feas, son motivo de burla por la calle, los hombres se sienten en total libertad de gritarles cualquier cosa y maltratarlas hasta el cansancio. Si son lindas, tienen todo su derecho a silbarles, llamarlas como si fueran perros, y decirles las barbaridades más inmundas que puedan existir. Y eso es leve, porque también están los toquetones (los que por ejemplo en el colectivo te tocan el culo, sin ningún problema) y en uno de los escalones más jodidos, los violadores. Pero no es una cosa de exageración. Creo que casi toda mujer argentina en algún momento de su vida ha sufrido un tipo de abuso de este estilo. Y no es solamente cosa de los obreros de construcción, que sabemos que son los primeros que se dedican a gritar todo tipo de guasadas a toda mujer que les pasa por adelante. Cualquier chabón está tan acostumbrado a eso, lo tiene tan arraigado, que ni se da cuenta cuando lo hace por ahí estando con su pareja al lado. Es normal. Está bien visto (supuestamente). Nadie lo juzga.

Entonces cuando una piba sale en pelotas a la calle, está bien que se la bardee. Que se le diga guasadas. Que se la manosee en el colectivo. Y está bien que se la viole y se la mate, ella se lo buscó. Cómo va a salir a la calle mostrando las piernas de esa manera. Cómo se le ocurre salir escotada, es obvio que está pidiendo a gritos que un grupito de tres chabones la arrincone y la viole en algún pasillo. ESA es una mentalidad muy jodida del hombre promedio argentino. El creer que las minas hacen esas cosas, se visten de una manera, se maquillan, se arreglan PARA ELLOS. Para su deleite y para su derecho a decirles o hacerles las cosas que les dicen o les hacen. No les cuadra que las cosas que hacemos las hagamos por nosotras. O capaz que las hacemos para mostrarnos bonitas, ¿está mal? ¿Está mal que una mujer se sienta bonita, sea cual sea su cuerpo? No por eso merecen que la maten como la mataron a esta pobre piba, y a otras tantas que ya pasaron por su misma situación.

Me enferma leer los comentarios y escuchar las cosas que dicen cuando pasa algo como esto. Se siente en derecho a juzgar y a decir que la piba se merecía las cosas que le pasaron, sólo porque se le cantó salir mostrando piernas y ombligo. Esta sociedad de mierda es un virus, que espero se pudra pronto, y se erradique del planeta. Los seres humanos somos un cáncer. Un tumor que se va comiendo de a poquito lo que encuentra, y a lo que es bueno lo termina transformando en malo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tienes toda la razón, fíjate que una vez un profesor nos decía que se le hacía tonto que las mujeres nos asustáramos con los viejos que manosean o con los violadores, que al cabo no era nada que no nos fueran a hacer nuestros esposos algún día... que clase de persona dice eso por dios!! y luego eso de que nosotras lo pedimos o lo buscamos, claro que no porque una no se viste para que los demás la desvistan, se viste o se pone algo porque quiere, porque le gusta o porque se siente bien con eso. Es algo completamente ajeno a los hombres pero bueno, con sus pequeños cerebritos que se puede esperar :/

Zoqueta dijo...

Ah bueno, bastante animalito tu profesor. Pero es esa mente retrógada de macho incurable, ellos realmente piensan que es así. Patético.