Mi pieza no tenía nada que ver. Tenía fotos de mis amigos, hojas secas de árboles pegadas en las paredes, estrellas en el techo de esas que brillan en la oscuridad. Un montón de adornos colgantes que colgaban del techo, duendes, hadas. Era yo.
Mudarme fue todo un acontecimiento. Si bien no vivo sola, porque desde que me fui de la casa de mis padres vivo en pareja, tuve el placer de toparme por primera vez en mi vida con el "armar la casa como les guste". Mi marido y yo tenemos gustos parecidos (aunque yo soy más enferma de algunas cosas que él no, pero no le molestan), así que fue sencillo.
A pesar de que no es mío porque alquilo, me encanta mi casa. Me gusta mi hogar.
Me gusta la biblioteca repleta de libros y pequeños adornos entremezclados. Me gustan los duendes que fui juntando, los dragones, los muñecos, los caballeros. Me gusta la cama (es la cama más cómoda del mundo), el sillón, la tele, el modular. La cocina con su mezcla de rojo y negro, dos de mis colores favoritos. El patio donde da el sol varias horas al día y donde habitan algunas plantitas. La paz que reina cada vez que entro, la calma, el lugar propio que ya no es solamente una habitación. Es una habitación, un living comedor grande, un baño, un patio. Tiene olor a libertad.
La biblioteca es de las cosas que más me gustan
Uno de los caballeros :)
La negra atrevida, robándome la cama una mañana
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