viernes, 5 de junio de 2015

Literario

Mi enfermedad por las historias de fantasía es archi conocida entre los que me conocen bien, y por eso, llegó a mis manos esta trilogía. El primero, regalo de novio, los siguientes, de una amiga. Me llamaba la atención porque lo escribe una argentina, y no siendo Liliana Bodoc (la genia detrás de La saga de los confines) no había leído a otra escritora de fantasía de por acá. Qué linda sorpresa me llevé. Es lo bueno de leer con curiosidad una historia de la cual no esperás tanto (por precaución e ignorancia, desde ya).
Esta trilogía, que apunta a un público más bien adolescente (no le recomendaría estos libros a un nene, porque hay un par de muertes un tanto violentas, entre otras cosas); trata sobre las aventuras de un trío de amigos, distintos entre sí, pero unidos por un enemigo común: Adhara, gran guerrera, mitad elfa mitad humana; Aiden, un gran espadachín humano; y Zul, el mago del grupo, que la tiene clara en todo lo que a hechicería se refiera. En el primer libro nos presentan a Adhara, que es justamente quien relata la historia. De dónde viene, qué busca, qué quiere de su vida. En ese mismo libro va a conocer a Aiden y Zul, y uno de ellos perturbará su mente desde el momento en que la mira por primera vez. Los tres irán conociendo historias macabras de Lesath, el lugar donde ellos habitan, que está bajo el mando de la reina Lysha y su corte de personas de dudosa procedencia. Y al enterarse de la verdad detrás de esa corte, no podrán evitar involucrarse en pos de salvar las vidas de las personas inocentes que habitan el mismo lugar que ellos, aunque nadie sabe que realmente están en peligro.
Con el correr de los libros la relación entre estos tres irá mutando, fortaleciéndose, aparecerán nuevos personajes, serán traicionados, se sorprenderán del cambio de alguien quien una vez fuera su enemigo, y siempre todo será haciendo lo posible por deshacerse del mal, pasito a paso.
Sinceramente, me sorprendió. No me esperaba una historia tan rica, que me atrapó desde las primeras líneas. Me gusta mucho la historia de Adhara y la forma en que está contada, como ella va mostrando cada vez más su lado humano, preocupada tal vez, porque toda su vida vivió entre elfos hasta que decide acercarse al mundo de los hombres. Ahí comenzará a experimentar sentimientos extraños y a vivir situaciones que jamás le habían ocurrido, y ella misma describe su sorpresa y lo poco que entiende lo que le pasa. Y la relación de amor que se da (en realidad hay dos, pero una es la central y es la más "babosa", por así decirlo) no llega a opacar para nada la genial trama que Tiffany Calligaris nos regala. Ya saben, últimamente un poco los romances me cansan, pero este no fue el caso. De hecho me gusta como lo cuentan, como va creciendo.
Debo decir que estoy muy contenta con esta trilogía, y espero leer algo nuevo de Tiffany muy pronto. Es una escritora joven para tener en cuenta.
¡Muy recomendable!

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