sábado, 7 de febrero de 2015

Fetish

Soy de mirar mucho animé, y hay varios que quedan en mis favoritos para siempre, como Saint Seiya o Full Metal Alchemist Brotherhood.
Pero a la hora de elegir una serie, si bien lo que más me interesa es la historia y que no tenga ciertos detalles comunes en la animación japonesa que me sacan un poco de quicio (los triángulos amorosos eternos donde termina la serie y finalmente nadie se confesó, los fan service -esos que muestran mucho culo y teta-, o los de deportes, entre otros); debo confesar que hay un elemento clave que me llama automáticamente la atención. Tengo cierto fetiche con los personajes masculinos de pelo largo y orejas de perro.
SÍ, me leyeron bien. No puedo explicarlo ni siquiera yo misma, pero es ver una foto de un pibe melenudo con orejas y ya algo se activa en mi cerebro. El mejor ejemplo de esto es uno de mis amores eternos: Inuyasha.


Ay esos pelos y esas orejasssssssssssssssssssssss *o*

Hace un tiempo que somos asiduos a crunchyroll, el servicio pago que te deja ver muchas series (incluso estrenos), y de vez en cuando me encuentro alguno que otro con un orejudo. Así caí a los pies de Kokkuri San, que si bien es una serie que me pareció muy loca y entretenida (porque es la mejor manera de describirla, LOCA), lo que no me gusta es el dibujo de la nena, la protagonista. Es más fuerte que yo, me saca las ganas.


Este es Kokkuri <3 él es tan bueno y bello


Y esta es la nena, meh, esos ojos me sacan de quicio (y Kokkuri hecho zorrito awww)

Ahora encontré el amor (?) de nuevo, con una serie que empezamos a ver ayer, cuyo protagonista -igual que Kokkuri- también es un zorrito que toma forma humana. Se llama Kamisama Hashimemashita y ya el primer episodio me gustó mucho.


Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhh *__________*

Bueno, sí, tengo problemas, lo admito. Pero esos pelos, esas orejotas, ohhhhhhhhh me encantan. 

De más está decir que otro fetiche es cuando hay algún espíritu perro o zorro que toma forma humana, en realidad no siempre terminan teniendo orejas en su transformación (como sucede en Hakkenden), pero me encanta cuando se convierten a su forma original.


Esto es de Hakkenden. Y el asunto empeora especialmente si se trata de un enorme lobo blanco. No pregunten.

Y lo dejo acá porque empiezo a sentir miradas acusatorias.

¡Salud!

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