viernes, 8 de agosto de 2014

Nombre(s)

Atenti: Este post puede herir la sensibilidad de algunas personas que tienen nombre fiero pero les gusta igual (?). Conste que avisé.

No entiendo la necesidad antigua del segundo nombre.

¿Cuál era la idea? ¿Que el nene eligiera uno de los dos (cuando son dos...) por el que le gusta más? ¿Que tenga opciones de nombre de joven y de viejo? ¿La indecisión que los llevó a poner dos o tres que les gustaban mucho para no tener que discutir?
Tras que los padres nunca son copados, y seguramente uno de los dos (o todos tus nombres) son pasados de moda. Viejos. Feos. ¿Y lo peor? Seguro que honrando algún fiambre.

"Te llamas Carlos por mi bisabuelito, que hacía unas tortas fritas de la san puta..."

"Cuando era pibe me hacía llamar Jonathan, pero ahora que estoy grande estoy usando Roberto"

Nah. Dejémonos de joder.

Obvio que en un mundo utópico lo mejor sería poder tener un nombre que nos guste, pero eso nunca va a suceder. Y para empeorar el asunto, seguro que uno de los que tenemos es asqueroso. A mí al menos me pasa. Mi primer nombre, que encima siendo el primero en muchas circunstancias de la vida no puedo evitar ser llamada de esa manera, me da y me ha dado muchas jaquecas. Pero tampoco me animé nunca a cambiarlo, a pesar de todos los problemas, por "respeto" a estos individuos que se hacen llamar mis padres.

Ejemplos tenemos miles. Hoy escuché uno letal: María Julia Mirta. ¿QUÉ NECESIDAD? ¡Encima son tres! O te ponen uno bien copado, y el del medio es una bosta, como diciendo "quiero que creas que me caes bien... pero en realidad te voy a dejar una marca de por vida para que sepas que pienso que sos un ganso". Ni hablemos de esas pobres criaturas que no tienen dos, ni tres, sino cuatro o más nombres para tirar al techo. Así no hay documento que aguante.

Y no me hagan empezar a hablar de los dobles o triples apellidos porque me da un soponcio.

No hay comentarios.: