domingo, 12 de enero de 2014

Literario

Todo tiene su final.

En la segunda parte de la historia, volveremos a encontrarnos con Katniss y Peeta, los tributos del Distrito 12 que fascinaron a todo Panem. Las cosas empiezan a cambiar y el Capitolio va mostrando de a poco tanto su hilacha como una red de corrupción y traiciones que parece no tener fin.
Nuestros protagonistas jamás volverán a tener una vida normal y los de arriba se aseguran de eso, perjudicándolos no sólo a ellos y sus familias sino también al Distrito donde viven.
Una rebelión empieza a formarse en algún lugar de Panem, algo que Katniss y Peeta han ayudado a crear, sin querer. Por fin algunas personas están dispuestas a levantarse y luchar por ser libres, y sacarse de encima la opresión de este Capitolio que lleva aplastándolos hace tanto tiempo.

Y llega Sinsajo, la tercera y última parte de esta genial trilogía. La rebelión ya no es sólo palabras sino que los habitantes de Panem se levantan como es debido de sus cenizas y salen a enfrentarse a su destino. Katniss, Peeta, Haymitch, y otros tantos se calzan las armas y defienden sus vidas.

Con el correr de las páginas este último libro se va volviendo más crudo. Ya no es la misma historia que uno vio en las películas, que algunas personas comparan con cositas de amor adolescente tipo Crepúsculo. Si bien el triángulo amoroso entre Katniss/Peeta/Gale sigue existiendo, pasa a segundo plano y las cosas se ponen feas. La guerra asume el primer plano y las muertes de personajes están a la orden del día. Definitivamente, con alguna que otra, me llevé desagradables sorpresas. ¡Y yo que pensaba que el cruel que mata personajes es George R. R. Martin!
El final cierra muy bien la historia, aun sorprendiendo en sus últimas páginas. No es el típico cierre de cuentos de hadas, no hay un "felices para siempre" sencillo ni todo es color de rosa. De hecho, terminé el libro sintiendo que la historia, aunque termina bien, no era del todo feliz.

Suzanne Collins creó una gran historia, sea que se basó o no en Battle Royale, quien lee esta trilogía no puede negar que se engancha. La facilidad para entretejer la trama es una virtud que no muchos escritores tienen. ¡Ahora quiero leer más de esta buena señora!

Del libro 2:
"Pero no estoy desnuda, llevo un vestido con el mismo diseño que el traje de novia, salvo que es del color del carbón y está hecho de plumas diminutas. Asombrada, levanto mis largas mangas vaporosas y me veo en la pantalla de televisión. Voy entera de negro, salvo por unos parches blancos en las mangas... o debería decir en las alas.
Porque Cinna me ha convertido en un sinsajo"

La desesperación me llevó a terminar estos libros demasiado rápido, lo tengo que admitir. Hubo días en que, sabiendo que al otro día tenía que arrancar temprano, eran las 3 de la mañana y no podía dejar de leer. Me obligaba a cerrarlo e intentar descansar. Fueron unos días de ojeras profundas, mucho cansancio y deseos insostenibles de dormir la siesta. Pero que satisfacción toparme con una historia tan buena. ¡Ya saben!

 
Ojerosa, desaliñada, cansada. Pero sobre todo: FELIZ.

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