jueves, 26 de febrero de 2015

La dulce España

Otro de los países que tuve el placer de visitar fue España. Pasamos por Madrid, Barcelona, Zaragoza Toledo.
Lo primero que me viene a la cabeza cuando pienso en España es su gente. Todos son muy amables, atentos, siempre con una sonrisa en la cara. Quizá ustedes piensen que estando de vacaciones eso debería ser algo normal como turista, pero la verdad es que no siendo los españoles o los ingleses (sí, leyeron bien: los ingleses), en el resto de los lugares no fue tan fácil toparse con buena onda.
Otra cosa que recuerdo es el cariño que recibí de 3 hermosas criaturas que tuve el placer de conocer en persona, tras años de sólo escribirnos por internet o compartir horas de juego en el Lineage. Ana y Sebastián, una parejita genial oriundos de Málaga; y Fran, una de los seres humanos más bellos que existen, que vive en Madrid. Nos conocimos allá por el 2006/2007 cuando me uní a su clan en el juego, y desde entonces (y a pesar de que ya no jugamos más), mantuvimos el contacto a través de otros medios. Y poder verlos, por fin, creo que fue de los momentos más lindos que pasé.
Pero el país. Qué lugar más hermoso. Lleno de historia, de paisajes, de música, de comida rica y licores espirituosos. Un lugar para ir y quedarse semanas y caminar, con tranquilidad, y llenarse los ojos de cientos de imágenes.


Las puertas de Alcalá, en Madrid

Madrid me pareció una de las ciudades más lindas que vi, y con una vida nocturna muy parecida a la nuestra. Los bares y restaurantes llenos, las calles atestadas, los negocios cerrando tarde. Algo que me sorprendió mucho es que allá festejan la llegada de los Reyes Magos con mucho más ímpetu que la llegada de Papá Noel. Al ser un país tan creyente era de esperarse que al de rojo no le hicieran tanto caso; pero los decorados en las calles y el desfile de carrozas del día de Reyes estuvo precioso (justo lo enganché en Barcelona). ¡Carrozas y reparto de caramelos gratis!


Una de las tantas decoraciones callejeras


Esto es una pintura en la pared de un barcito donde entramos a probar ese licor, el madroño. Una cosa de locos.


No jodo cuando digo que la comida española es exquisita, mirame esta comidita. Y la cerveza estaba excelente.

Barcelona es una ciudad a la que me gustaría volver con más tiempo. Estuvimos solamente medio día y realmente es para estar más. No por nada el grande de Freddie Mercury tiene una canción con ese nombre, es muy hermosa, gigante, sus calles son amplias, llena de negocios. Y hay unos edificios increíbles, entre otras cosas, como los de Gaudí.

Groso Gaudí


La Sagrada Familia

Y en Toledo encontré mi lugar en el mundo. Un pueblo medieval, con unas construcciones típicas de aquella época. Una fortaleza. Tranquilo, con unas callecitas pequeñas que te llenan de paz. Y lo más importante: ARMAS, ARMADURAS, ESCUDOS. Los tipos tienen herrerías, hacen todas estas cosas y las venden. Obvio, no pude evitar traerme una espadita y un pequeño caballero templario; pero era pasar por las vidrieras y quedar pegada como una tarada, mirando y queriendo traerme todo. Definitivamente es el paraíso de los amantes de la historia medieval. Y justo había una muestra de caballeros templarios y tortura en la inquisición, a los que tuve que arrastrar a mi pobre madre para ir a chusmear. De verdad: un lugar increíble.


Mirame esta postal, Roberto.


ESPADASSSSSSSSSSSS, ahhhh las quería todassssss.


Sin palabras.

Otro lugar que me dejo anotado para volver un día. Me gustaría, además de volver a visitar a mis amigos, conocer un poco del norte y más al sur de donde estuve. Por arriba está Galicia, Asturias... hasta haría el camino de Santiago, más por amor a la idea, porque de creyente no tengo nada. Y al sur Málaga, Sevilla, Andalucía. ¡Qué lindo todo! ¡Hermosos recuerdos! 

No hay comentarios.: