martes, 3 de diciembre de 2013

Literario

La historia de esta novela se vuelve cada vez más atrapante.
Las páginas pasan y yo no puedo dejar de leer, me desespera el querer saber qué pasa con los personajes. La trama se vuelve más extraña, aparecen elementos de fantasía que no se terminan de comprender del todo, el mundo de 1Q84 se puso realmente retorcido.

Los personajes principales, Tengo y Aomame, toman cada vez más importancia y nos llevan de la mano por un camino complicado por el que transitan por separado, pero de a poco van encontrándose. Y la curiosidad genera adicción, ¿se encontrarán? ¿De qué manera? ¿Cómo seguirá su historia? Otros personajes, algunos nefastos, se cruzan en el camino e interceptan lo que veníamos leyendo.

Murakami realmente se pasa de adictivo. No estoy exagerando, estos libros de verdad despiertan un interés que hace que cada vez que veo una novela suya en el escaparate de alguna librería mi billetera me pica y me entran unas ganas casi incontrolables de llevármelas todas a mi casa. Hay personas que tienen un don para contar una historia, es muy cierto, y esta es una de esas.

NECESITO SABER qué sigue, estoy con el tercer libro ya y en los pocos instantes libres que tengo me dedico a él, pero siento que no es suficiente. No estoy honrando la lectura, debería dedicarle muchas más horas, minutos, segundos. Las letras fluyen a través de mí como gotas en un arroyo, es mágico. MÁGICO. Ese es el adjetivo justo.

Los dejo, me voy a leer algunos capítulos. ¡No puedo parar!



1 comentario:

Mr. Popo dijo...

Es hermoso cuando te pasa algo así.